jueves, 24 de enero de 2013

Los miedos de un país de quiero y no puedo.

El déficit generado por el gobierno que nos ha llevado a la crisis se ha creado porque este país tiene demasiados miedos, miedos no ser considerado como fuerte, miedo a ser inferior a los demás, miedo a perder la posición que sólo ellos se han inventado.
De no tener miedo, se darían cuanta de que somos la risa del mundo, los servidores de los europeos, la clase baja de Europa, el culo de la inteligencia.
Este gobierno está intentado pertenecer a un círculo en el que no puede estar ni por historia ni por poder económico, el esfuerzo para estar en un lugar que no nos pertenece nos está llevado a la destrucción del propio país, España no está a la altura ni política ni social ni financiera ni mucho menos cultural de los principales países de Europa, llegar a ocupar un lugar que no nos corresponde provoca el expolio de los ciudadanos que al grito de “el pueblo unido jamás será vencido” se descargan de adrenalina y siguen es su impasible comportamiento ovejil. La descapitalización en favor de la apariencia.
Si subimos la presión fiscal quitamos poder adquisitivo al pueblo y esto conlleva irremediablemente a una recesión, a la creación de bolsas de dinero negro, bueno, no se si es correcto este comparativo, sobre todo ahora que los uruguayos, nos pretenden decir que podemos y que no podemos decir, al final les tendremos que servir paellas también a ellos, el descrédito de este país no tiene parangón.
Cuando un país esta al servicio de un estado, el resultado es la desmembración de éste, el empobrecimiento de sus ciudadanos y el descalabro del gobierno, esto no se puede alargar en el tiempo, estos gobiernos, o gobierno bicefálico (PP, PSPOE) en espacio temporales alternos están destruyendo el tejido financiero y empresarial de España en beneficio de sus amigos y compañeros, y sobre todos, en beneficio de su ego desmesurado en pertenecer a una curia a la cual no tiene acceso salvo que sea para servirles.
A España le pasa como le pasaba al bajo Egipto, en el que el feudalato es el propio estado y esto ha dividido al país en seis grandes grupos perfectamente definidos de los cuales ya hable en mi carta dirigida a Mariano Rajoy Brey y que puede leerse en este mismo Blog.
Quijotes del desquite, toreros de la burla, filántropos del diezmo, jinetes de la mentira que empujados por su verborrea alimentada por la incultura del nativo español, llevan este cortijo del toro, galgo corredor y caldereta de gachas migas a la autodestrucción irremediable.
Váyase señor Rajoy, pero váyase a la mierda.
MB